martes, 23 de agosto de 2016

Innovación Argentina permite ahorrar energía en motores eléctricos


Especialistas del INTI realizaron ensayos sobre el nuevo motor y la fuente realimentadora

Un investigador argentino desarrolló un sistema que hace posible realimentar motores y disminuir más de un 30 por ciento su consumo energético.

El INTI participó en el proyecto realizando ensayos y la evaluación final del dispositivo.

El motor eléctrico es una pieza clave para una amplia variedad de aplicaciones domésticas e industriales, desde transporte y maquinarias hasta electrodomésticos.

Con el objetivo de reducir su consumo de energía, el investigador argentino Hugo Rucci desarrolló un sistema que logra un ahorro mayor al 30 por ciento.

El nuevo desarrollo ya ha sido patentado en Estados Unidos y se está tramitando su registro en Argentina.

"Lo que motivó el desarrollo fue mi inquietud de lograr un sistema propulsor de motores eléctricos de máxima eficiencia, que sea benigno, ambientalmente sustentable y con un sistema simple para dar lo máximo con la mínima complejidad posible.

Esto me llevó a experimentar con métodos alternativos a los utilizados tradicionalmente”, explica Rucci, quien vive en la ciudad rionegrina de General Roca, donde montó su laboratorio.

Rucci afirma que el sistema se podría aplicar en cualquier tipo de motor eléctrico para mejorar su eficiencia.

Pero antes de lanzarlo a la industria, convocó al INTI para analizar su funcionamiento.

Personal del Área de Electrónica e Informática de INTI-Córdoba recibió el pedido y viajó a General Roca con el equipamiento necesario.

Con el motor en funcionamiento en el dinamómetro —con una potencia mecánica al eje de 276 W a 1500 rpm— se verificó que el uso del sistema de recuperación generó un ahorro energético del 33 por ciento, algo realmente muy novedoso.

Los ensayos sobre el sistema eran el aspecto de máximo interés para Rucci. “Conozco al INTI desde larga data, me han prestado servicios en otra oportunidad, confío en la seriedad con que trabajan, y en este caso quedé muy bien impresionado.

Los estándares de precisión de los ensayos del Instituto son los más altos en la Argentina”, destaca el investigador.

El sistema transfiere, en tiempos cortos, considerables cantidades de energía entre las bobinas de los campos del motor y el capacitor de recuperación.

Esto permite que la energía recuperada de ciclos de motor anteriores se sume en tiempo real a la suministrada por la fuente de alimentación, lo que aumenta considerablemente la potencia eléctrica del campo magnético concatenado en los campos del motor.

Además, durante parte del ciclo la fuente de alimentación externa está desconectada, lo que posibilita un mayor ahorro.

“Considero muy interesante la posibilidad de usar este método reductor del consumo especialmente en unidades motrices de vehículos, para mejorar su eficiencia.

En estos días estoy concentrado en adaptar el sistema para usarlo en los motores más nuevos y mis perspectivas también son buenas”, anticipa Rucci.

INTI


jueves, 18 de agosto de 2016

Argentina - Producción y Energía presentan medidas para impulsar la industria de energías renovables



El Ministerio de Producción aportará una bonificación de 3% de tasa para los proyectos de energías renovables que incorporen bienes de capital de origen nacional.

Es en el marco de la licitación Renovar Ronda 1 de 1000 megavatios, presentada por el Ministerio de Energía y Minería.

Los proyectos con mayor integración nacional serán elegidos cuando la diferencia de precio no supere 3%, recibirán una bonificación en el costo de las garantías de los contratos y todo el sector podrá formar parte del Programa de Desarrollo de Proveedores del Ministerio de Producción, para mejorar la competitividad.

El objetivo es triplicar los puestos de trabajo en un sector con alto potencial de desarrollo

Con el objetivo de potenciar una industria nacional de alcance regional con proveedores argentinos, que aproveche los recursos naturales y genere empleo de calidad, el Ministerio de Producción anunció que subsidiará 3% de la tasa de interés de préstamos para la incorporación de bienes de capital y componentes de origen nacional en emprendimientos de energías renovables.

La bonificación será de 25 millones de dólares, en tanto 200 millones serán fondeados por la banca privada.

El anuncio se da en el marco de la convocatoria de 1000 megavatios impulsada por el Ministerio de Energía y Minería, cuyo cierre será el 5 de septiembre.

La Argentina tiene un régimen de promoción de energía renovable (ley 27.191 y decreto reglamentario 531/16) que busca generar el 20% de la matriz energética de fuentes renovables en 2025.

Con este impulso a la industria nacional, se busca generar alrededor de 4500 puestos de trabajo directos, además de proyectar una industria hacia la región y el mundo, con potencial de exportación, y abastecimiento de energía limpia a 1.500.000 personas.

“Se trata de un sector con alto potencial para la exportación y la generación de empleo de calidad, que puede contribuir al rápido aumento de disponibilidad energética con una tecnología ambientalmente sostenible. Esta iniciativa se integra al Plan Productivo Nacional en marcha”, señaló Martín Etchegoyen, secretario de Industria y Servicios, del Ministerio de Producción.

“Con este programa el Estado Nacional busca dar impulso a un sector de alto potencial, de atracción de inversiones y generación de empleo que, además, reduce el impacto ambiental y mejora los costos de abastecimiento de energía eléctrica. RenovAr Ronda 1 es el primer paso de un plan de largo plazo para aumentar la participación de las energías renovables”, señaló Sebastián Kind, Subsecretario de Energías Renovables.

Algunas cifras y objetivos esperados de la implementación de la Ronda 1 del Programa RenovAr:



–           Reducción de CO2 (2.400.000 Tn por año)

–           Inversión directa 1500-1800 millones de dólares

–           Ahorro de combustibles: 300 millones de dólares al año

–           Abastecimiento de energía limpia a 1.500.000 personas

–           Generación de 6.000 puestos de trabajo

–           Aumento de inversión y producción industrial

–           Integración con empresas internacionales

–           Desarrollo de tecnología de vanguardia



Ambos Ministerios trabajan además en otras medidas para el fomento del sector:

–       El Programa de Desarrollo de Proveedores locales para que los fabricantes puedan mejorar su competitividad, calidad técnica y capacidad productiva, con créditos a tasa bonificada para fabricantes y asistencia técnica.

Los proveedores pueden registrarse en el programa a través del sitio www.registroprodepro.gob.ar y solicitar asistencia técnica y financiamiento con tasa bonificada.

–       Bonificación del costo de Garantía Banco Mundial en función del porcentaje de integración nacional de los proyectos de inversión en energías renovables en el marco del Programa RenovAr Ronda 1.

–       La convocatoria preferenciará a los proyectos con mayor contenido nacional cuando la diferencia en el precio ofertado no supere el 3%.

La Industria de energías renovables en la Argentina aglutina más de 500 empresas del sector metalúrgico, electrónico, logístico y de servicios para la generación de energía renovable y contribuye a sostener más de 1.500 empleos ya existentes.

produccion


viernes, 12 de agosto de 2016

Calefones solares de manual


Fotografías e imágenes: gentileza investigadores.


Pueden construirse en una mañana y cuestan un tercio de un calefón tradicional.

Apuntan a resolver la problemática del agua caliente en sectores vulnerables.

Al momento se fabricaron y distribuyeron más de 1.500.

Tras la crisis del 2001 el grupo de investigación liderado por Gustavo San Juan, investigador adjunto del CONICET, director del Instituto de Investigaciones y Políticas del Ambiente Construido (IIPAC, UNLP) y del Laboratorio de Modelos y Diseño Ambiental (LAMbDA-λ), tomó la decisión de desarrollar productos de primera necesidad para los sectores más vulnerables de la población.

“En 2003, tras la creación de LAMbDA-λ, junto con Elías Rosenfeld decidimos trabajar en la investigación y desarrollo de componentes y sistemas solares orientados a sectores sociales de bajos recursos”, cuenta.

Fue así que diseñaron un calentador solar de agua que puede ser construido con materiales tradicionales que se consiguen en cualquier ferretería o casa de sanitarios.

Se arma en una mañana con las instrucciones que están en el manual de tecnología sencilla desarrollado por el equipo de trabajo.

Calienta hasta 80 litros de agua por día y cuesta aproximadamente un tercio del valor de un calefón comercial, que funciona a gas.



Si bien no tienen la misma eficiencia que estos últimos, son una alternativa económica para proveer a una familia de agua caliente.

“Son colectores solares de bajo costo y de tecnología sencilla.

Y el punto fundamental es ese: que cualquier persona pueda hacerlos y no tienen que gastar 12 o 15 mil pesos, que es lo que cuesta un calefón de mercado”, dice.

Pueden abastecer a una familia de 4 o 5 personas y el agua caliente se puede usar para lavado personal, de ropa y aseo de la casa, pero no para consumo.

En 1977, cuando se creó el grupo de trabajo, decidieron orientar sus investigaciones al desarrollo y aplicación de la energía solar, no sólo por una cuestión ambiental sino también para mejorar la calidad de vida de las personas.

“Hasta ahora hemos fabricado más de 1.500 calefones en diferentes partes del país, especialmente en el conurbano de La Plata.



Todo lo trabajamos en conjunto con la gente, empleamos materiales de uso corriente y no hay que soldar ni hacer procedimientos especiales.

Con el tiempo nos dimos cuenta que faltaba el tema de cómo se transmite el conocimiento y desarrollamos manuales de autoconstrucción muy sencillos.

Muchas veces damos capacitaciones durante la mañana y a la tarde se construye”, agrega.

Al ser un proceso tan sencillo, que se puede aprender en una mañana, la gente puede replicarlo y construir la cantidad de colectores que necesiten, para ellos y su familia.

A futuro, microemprendimientos

Aunque los calefones se arman con elementos que se pueden comprar en cualquier local comercial, para bajar aún más los costos, los investigadores están trabajando en el desarrollo de sus propias matrices para fabricar los componentes, en serie.

Actualmente usan piezas comerciales de polietileno, pero “a futuro, hacer nuestras matrices y luego nuestras piezas lo convertirá en un sistema semi industrializado.

Como estamos trabajando con varias cooperativas, esto nos da la posibilidad de generar algún tipo de micro-emprendimiento productivo”, comenta San Juan.





La parrilla absorbedora de la radiación solar se arma con piezas y caños de polietileno negro, mientras que para los tanques de acumulación en general se usan diferentes materiales reciclados, como tanques que se recolectan de diferentes lugares o que son donados por empresas privadas que no los usan.

Pero al diseñar sus propias piezas les va a permitir optimizar los componentes y todos los insertos, como caños o derivaciones, en el mismo tanque.

Es decir que donde antes había que agujerear, pegar y atornillar a mano, con las nuevas piezas son necesarios menos pasos y procesos para armarlo.

“Si baja el número de componentes y se producen en serie, va ser más barato y fácil de armar, al mismo tiempo que mejora la eficiencia térmica del sistema”, agrega.

Otro factor a tener en cuenta es la zona donde se va a usar.

El funcionamiento es diferente según el clima y la exposición solar, entre otras variables ambientales.

“Nuestro desarrollo está estandarizado para climas templados y con radiación solar media, que coinciden con la zona central Argentina.

Hemos construido algunos en Salta y, si bien son muy aceptados socialmente, hay tanta radiación solar que algunas piezas fallaron.

El agua salía bien caliente pero había que sombrear – por ejemplo con una media sombra- para que no se calentaran las piezas, Que colapsan por la temperatura.

Estos sistemas son de baja eficiencia: por ejemplo en Ushuaia van a calentar muy poco [ya que hay poca exposición solar] y en zonas como Salta, de máxima radiación, algunos materiales pueden fallar”, dice, y agrega: “Pero en zonas templadas funciona muy bien”.

Equipo de trabajo:

– Gustavo San Juan. Investigador adjunto. IIPAC.
– Carlos Discoli. Investigador independiente. IIPAC.
– Graciela Viegas. Investigadora asistente. IIPAC.
– Victoria Barros. Investigadora y extensionista. UNLP.


Fotografías e imágenes: gentileza investigadores.

CONICET


Armstrong, un pueblo con energía inteligente


El Ministerio de Ciencia financió con más de $14 millones a un consorcio público-privado para consolidar este sistema con energía proveniente de fuentes renovables.

Con mil medidores inteligentes, esta localidad santafesina puede controlar el desempeño de la red eléctrica.

El Ministerio de Ciencia financió con más de $14 millones a un consorcio público-privado para consolidar este sistema con energía proveniente de fuentes renovables.

Ubicada a apenas 98 kilómetros de la ciudad de Rosario, la localidad santafesina de Armstrong dio un paso significativo hacia el consumo sustentable de energía.

Con equipos inalámbricos instalados en mil domicilios de la ciudad, que posee 11 mil habitantes, pueden monitorear el servicio eléctrico local y obtener información de manera remota para determinar la calidad de la prestación, la curva de carga de los usuarios, las diferentes condiciones de la red o las características del consumo de cada residencia.

El proyecto contó con un aporte de $14.419.880 realizado por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, dependiente del Ministerio de Ciencia, en el marco de la convocatoria “Fondo de Innovación Tecnológica Sectorial (FITS) Energía – Uso Racional y Eficiente de la Energía (UREE) 2013”, administrada por el Fondo Argentino Sectorial (FONARSEC).

A su vez, fue posible gracias al trabajo mancomunado de un consorcio público-privado entre el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), la Facultad Regional Rosario de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y la Cooperativa de Provisión de Obras y Servicios Públicos y Crédito Ltda. (CELAR), con apoyo de la Secretaría de Energía provincial y CAMMESA.

Desde este consorcio se aportó el 48 % restante de los montos requeridos para la obra, por un total de $28 millones.  

Con el subsidio del FONARSEC ya comenzaron a montarse las instalaciones de generación.

“El proyecto tuvo varios enfoques, primero el alcance poblacional; la reducción de gases de efecto invernadero (GEI); el impacto técnico y la posibilidad de analizar la potencia de nuestras redes, algo que surgirá a medida que avance el proyecto”, explicó el jefe de la Oficina Técnica de CELAR, Gustavo Airasca.

“En Argentina, el 60 % de generación eléctrica se hace quemando combustible, el 40 % hidráulico.

Nosotros estaríamos en el segundo grupo porque emitimos cero GEI.

Esto significa 200 kiloWatt (kW) menos en la red”, reflexionó Airasca.

Debido a su escala, el proyecto alcanzaría un aporte del 3 % sobre el consumo de la ciudad, por medio del ensamblaje de una planta de piso fotovoltaica de 200 kW, 60 techos solares en viviendas y 10 pequeñas turbinas eólicas, que estarán activas a fin de año.

“Pretendemos indagar en los impactos técnicos, sociales, ambientales y económicos”, expresó Pablo Bertinat, ingeniero y docente de la UTN, a cargo de la iniciativa quien consideró que la importancia de esta experiencia radica “en el esfuerzo por impulsar un modelo de generación que ya no es centralizada, sino distribuida y que opera en los niveles de baja y media tensión a partir de energía solar y eólica”.

En ese contexto, Bertinat explicó que existen dos paradigmas en los sistemas de provisión de energía eléctrica: el concentrado y el distribuido.

En el primero –el más utilizado hasta el momento–, grandes centrales producen la energía para luego transmitirla a los usuarios.

En el segundo –donde se inscribe esta propuesta–, se pretende añadir a la red el poder generado a partir de fuentes dispersas geográficamente, mucho más cercanas al consumo.

La diferencia fundamental, subrayó Bertinat, estriba en “menores pérdidas de transmisión y distribución, niveles de tensión más estables y otras ventajas que actualmente están bajo estudio”.

De acuerdo con el docente de la UTN, que el plan financiado por el Ministerio de Ciencia consta de cuatro ejes: el primero es la construcción del sistema de generación distribuida.

El segundo comprende los estudios y ensayos en función del primero (donde no sólo intervienen aspectos técnicos, sino también cuestiones normativas, regulatorias y económicas).

El tercer eje apunta a la posibilidad de replicar la experiencia en otras cooperativas análogas, a partir del know-how generado.

Por último, el cuarto eje está enfocado en aspectos sociales referidos a la participación ciudadana y la concientización cívica en torno al uso racional de la energía y el mejor aprovechamiento de los recursos naturales para generar electricidad.

En este sentido, el responsable del Laboratorio de Energía Solar Fotovoltaica del INTI, Marcos Politi, explicó el papel que desempeñó el Instituto en el proyecto:

“Nosotros participamos con la certificación de los inversores y módulos fotovoltaicos según la norma IEC61215, que estipula valores de calidad de los mismos, es decir, si los módulos son aptos para ser instalados.

Los módulos fotovoltaicos generan corriente continua, esta debe alternarse para poder ser utilizada en un domicilio particular”.

El equipo del INTI además participará junto a la UTN de los estudios energéticos de la generación distribuida y del análisis de la smart-grid (red inteligente) para conocer cuanta energía es inyectada a la red monitoreando sus valores característicos de manera on-line, y además junto a UTN y CELAR garantizar las bases para que este desarrollo sea replicable y sostenible.

“Este proyecto tendrá un impacto absolutamente positivo dado que en Santa Fe se encuentran 59 cooperativas de las más de 400 registradas en el país.

Replicarlo será muy fácil porque en la provincia rige una normativa técnica que facilitará esto”, concluyó Politi.

Reformulación de la matriz energética

La decisión de impulsar proyectos sustentables se enmarcan en la política energética nacional en la búsqueda de ampliar la matriz energética.

En mayo último, el Gobierno Nacional lanzó el Programa RenovAr para la contratación de 1.000 megavatios de electricidad procedente de fuentes renovables, con el objetivo de reemplazar combustibles fósiles por energías limpias.

La matriz planteada por el Poder Ejecutivo se divide en 600 megavatios eólicos, 300 megavatios solares, 65 megavatios de biomasa, 20 megavatios de pequeños aprovechamientos hidroeléctricos y 15 megavatios de biogás.

De acuerdo a la cartera de Energía y Minería, esta medida le significará al país un ahorro aproximado de 300 millones de dólares al año en importación de combustibles para generación eléctrica.

Mincyt


miércoles, 3 de agosto de 2016

Biogás, una alternativa energética relevante para el sector productivo


La Red de Biogás junto al Programa de Energías Renovables del INTI compartieron los resultados del Relevamiento Nacional de Biodigestores realizado durante el 2015.

La iniciativa permitió caracterizar distintos emprendimientos de todo el país que utilizan la tecnología de la biodigestión anaeróbica.

La convocatoria contó con la participación de industrias interesadas en la valorizar energéticamente sus residuos orgánicos, comercializadoras de energía, empresas proveedoras de tecnología, organizaciones sin fines de lucro e interesados en la biodigestión anaeróbica, una alternativa tecnológica cada vez más relevante para el sector productivo en un marco de oportunidades para la generación de energía con fuentes renovables.

Ante una sala colmada, los representantes de la Red de Biogás y miembros del Programa de Energías Renovables del INTI llevaron a cabo la presentación del Relevamiento Nacional de Biodigestores, realizado en el marco de la Carta Acuerdo firmada con el Proyecto para la Promoción de la Energía Derivada de Biomasa (PROBIOMASA), iniciativa de los Ministerios de Agroindustria y Energía y Minería con el apoyo de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura).

El trabajo realizado por el INTI dio cuenta de la existencia de un sector industrial que entiende a la biodigestión anaeróbica como una etapa necesaria dentro del tratamiento de sus efluentes y no como una alternativa exclusiva de generación de energía.



Sobre un universo de 62 plantas relevadas, solo un 6% del total de las plantas de biodigestión han sido instaladas con fines energéticos.

La concepción de la tecnología como parte del sistema de tratamiento de efluentes, pone el foco de la operación de los biodigestores en el cumplimiento de parámetros de vuelco, quedando completamente subutilizado el potencial para producir biogás.

Estos déficits tienen su origen en diferentes tipos de falencias operativas, constructivas y tecnológicas que el INTI identificó y detalló, y que permiten planificar acciones articuladas entre el sector público y privado, orientadas a favorecer el despegue del sector bioenergético, para el cual nuestro país cuenta con importantes ventajas competitivas.

Desarrollo de un Manual de recomendaciones de Seguridad en Plantas de Biogás, consolidación de capacidades de Laboratorio y Asistencia Técnica en todo el territorio nacional, por ejemplo, son algunas de las metas que deben figurar necesariamente en la agenda que el sector tiene por delante.

El evento tuvo lugar en el Auditorio del INTI el miércoles 6 de julio, y contó con la presencia de más de 100 representantes de empresas y organizaciones que siguieron con interés la exposición de los profesionales que participaron en las diferentes instancias del proyecto.

La presentación estuvo a cargo de técnicos de distintas partes del país, que conforman la Red de Energías Renovables de INTI, entre ellos: Gustavo Gil, Alejandra Barlatey, Víctor Goicoa, Agustín Piccoletti, Ruth Rodríguez, quienes además contaron con la participación de la economista del CONICET Eugenia Castelao.

Durante el encuentro, tuvo lugar un intercambio de propuestas con los asistentes, que compartieron sus inquietudes, experiencias y expectativas respecto de esta tecnología.

Hacia al final del evento, se lanzó la propuesta de un taller de trabajo entre el sector privado, organismos públicos y la academia, para abordar los desafíos que presenta el desarrollo de la tecnología.

INTI


martes, 2 de agosto de 2016

Barañao inauguró la primera planta de producción de combustible sólido recuperado del país


El ministro Barañao junto al presidente de la ANPCyT, Facundo Lagunas, 
y el intendente Katopodis recorrieron la planta.

Con financiación de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, el Ministerio de Ciencia aportó $10.000.000 para que la empresa Arcillex produzca energía a partir de residuos industriales.

Con una capacidad productiva de 150 toneladas diarias, hoy se inauguró la primera planta del país que producirá Combustible Sólido Recuperado (CSR) a gran escala.



Se trata de la empresa Arcillex, que recibió $10.006.533 por parte de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCyT) del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.

El titular de la cartera científica nacional, Lino Barañao, participó de la inauguración junto al intendente de San Martín, Gabriel Katopodis; el presidente de la ANPCyT, Facundo Lagunas; el subsecretario de Coordinación Administrativa de la cartera de Ciencia, Rodolfo Blasco;  y las autoridades de la empresa.


Barañao inauguró la primera planta de producción de combustible sólido recuperado del país.

“Desde el ministerio hemos cumplido con el papel de financiadores de este tipo de iniciativas”, expresó Barañao, quien agregó:

“La conveniencia de que haya una instancia política como el Ministerio sirve no sólo para poder brindar financiamiento sino para articular distintos sectores del gobierno para llevar adelante iniciativas con esta complejidad”.

La empresa busca reducir residuos en rellenos sanitarios, sustituir combustibles fósiles por una fuente ambientalmente segura y mitigar el déficit energético nacional; además de integrar socialmente antiguos cartoneros y recuperadores urbanos.

En esa línea, el presidente de la ANPCyT, Facundo Lagunas, remarcó: “Este proyecto conjuga varias cuestiones: la falta de procesamiento de residuos sólidos urbanos, por otro lado el tema energético y por último permite aprovechar la flota de camiones que volvían vacíos y ahora tienen la posibilidad de entregar a las cementeras un combustible renovable”.


Barañao inauguró la primera planta de producción de combustible sólido recuperado del país.

La planta constituye la primera experiencia argentina a gran escala de producción de combustible sólido recuperado a partir de residuos sólidos industriales y comerciales.

La producción inicial será destinada a abastecer la demanda energética de la planta de materiales para la construcción de ARX Arcillex y a la provisión de energía para las empresas cementeras Loma Negra y Cementos Avellaneda.

En 2013, el Proyecto ARX CDR (Combustible Derivado de Residuos) fue aprobado por el Fondo de Innovación Tecnológica Regional (FITR), que administra el Fondo Argentino Sectorial (FONARSEC) de la Agencia, en el rubro Ambiente y Desarrollo Sustentable y como contribución a la construcción de la planta.


La empresa busca reducir residuos en rellenos sanitarios, sustituir combustibles fósiles por una fuente ambientalmente segura y mitigar el déficit energético nacional.


Un proyecto público privado

Arcillex y la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) formaron un consorcio y llevaron adelante el proyecto basado en la aplicación de modernas tecnologías de valorización energética.

La participación de investigadores de la UNGS fue con el propósito de concretar alternativas para reducir el volumen de residuos destinados a los vertederos y producir un combustible que reemplace a los combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón) en los procesos de industrialización del cemento y la cal.


Barañao inauguró la primera planta de producción de combustible sólido recuperado del país.


Sobre la colaboración del sector académico, empresarial y estatal, Barañao expresó:

“Esta triangulación permite hacer uso del conocimiento generado en beneficio de la población como así también aportar soluciones al sector productivo”, y agregó:

“Tenemos que hacer esfuerzos concretos para que nuestras iniciativas sean sustentables en el tiempo”.

Mincyt