“ La contribución de la Ciencia y Tecnología podría generar transformaciones inmediatas”
“Creemos que la capacidad reflexiva es una de las llaves para el desarrollo”
(Por Estefanía Cendón)
Fernando Peirano es coordinador del Equipo Técnico de Ciencia, Tecnología e Innovación del Frente de Todos.
En su análisis realiza un diagnóstico sobre las limitaciones y potencialidades a las que se enfrenta el sector.
También aporta un desafío a futuro:
“El conocimiento debe ser una herramienta para la resolución de problemas sociales y productivos”
MOTOR ECONÓMICO: Con motivo del fin de Ciclo del Equipo Técnico de Ciencia, Tecnología e Innovación se expusieron Propuestas Ciudadanas
¿En qué consistió esa experiencia?
Por un lado hablamos de un sector movilizado, en lucha, resistiendo a las políticas de Macri durante estos años.
También hay que destacar el vínculo que rápidamente estableció Alberto Fernández, como candidato, con la comunidad de CyT.
El resultado electoral de las PASO permitió realizar un segundo tramo de campaña más constructivo y con mucha escucha.
Comenzamos por atender a quienes tenían sus reclamos y pasaron a una sintonía de visión a futuro.
La comisión de CyT terminó siendo un espacio de coordinación de 15 colectivos distintos, grupos que venían funcionando en CyT como el Instituto Cafiero, el Instituto Patria, Científicos y Universitarios Autoconvocados, Pueblo y Ciencia,Empoderados, Liberación, Frente Federal CyT, Ciencia Avanza, La Cámpora, El sur no espera, entre otros.
El equipo técnico de la campaña se constituyó en un espacio de articulación de estas agrupaciones: llegaron a articularse de manera semanal, aproximadamente, más de 450 personas(sólo en CyT).
Además, abrimos una posibilidad que llamamos “Propuestas Ciudadanas”.
En el transcurso de la segunda etapa de campaña hubo un espacio en la web para que cualquier ciudadano argentino, sea o no del Frente de Todos, haga llegar sus iniciativas correspondientes a CyT.
Compilamos lo que llegó, les respondimos a todos, y elegimos las 25 propuestas que nos parecieron más prometedoras y disruptivas.
Fue así como los invitamos a exponer el lunes 21 de Octubre, el último paso de este camino de campaña.
ME: ¿Encontraron alguna conexión entre esas propuestas?
FP: Hubo de todo, pero fueron mayoritarias las iniciativas vinculadas al tema más débil en Argentina que es la pata tecnológica sobre la pata científica.
Débil en términos de que nos encontramos con actores o instituciones tecnológicas, pero no hay un sistema articulado.
Muchas iniciativas ofrecían proyectos enmarcados en algunas de esas agendas:
la nuclear, la satelital, las telecomunicaciones.
Desde mi perspectiva, también observé algo relacionado a mostrar el momento que estamos viviendo: hoy la CyT es entendida como una de las herramientas centrales para el desarrollo.
En esta línea llegaron iniciativas vinculadas a Salud, Ambiente, Energía, Cuestiones de género y otros temas emergentes.
La selección fue reflejo de todas esas agendas que hoy también forman parte de CyT.
Fue una dinámica de escucha donde cada uno tuvo su oportunidad de exponer, ya sea en forma presencial o virtual.
Hubo quienes no podían cubrir el costo del pasaje y participaron mediante videoconferencias.
Nos dividimos en dos comisiones donde transcurrieron las 25 propuestas organizadas en ejes.
Todos terminaron satisfechos al ser escuchados e integrados a la agenda de campaña.
A nadie le preguntamos a quién votaba, lo importante fue la voluntad de construir otra Argentina.
ME: Si bien Cambiemos hizo referencia a la CyT como áreas a desarrollar en el país,
¿Por qué piensa que el gobierno de Macri desinvirtió tanto en relación a este sector?
FP: Sin dudas Cambiemos defraudó, incluso a quienes lo votaron.
Llegó prometiendo algo que deliberadamente no hizo, porque el primer día se demostró.
No fue la crisis de 2018 lo que lo obligó a recortar el presupuesto de CyT.
Desde el primer día restó apoyo y maltrató a la comunidad de científicos y tecnólogos.
En 2016 tenemos la andanada de trolls contra investigadores, en 2016 fue el recorte a los ingresos al CONICET.
En 2016 quedó claro la falta de apoyo presupuestario ante una inflación disparada.
ME: ¿En qué planos se expresa esa falta de apoyo?
FP: Estos años de Macri fueron de gran retroceso y se expresan en tres dimensiones.
La dimensión presupuestaria: termina el gobierno con un 43% de recorte en CYT, 500 millones de dólares, lo que deja al sistema paralizado.
Por ejemplo, impide la ciencia experimental que requiere insumos.
Otra dimensión de la crisis es la institucional: no se han respetado leyes que marcaban una hoja de ruta en lo satelital, lo nuclear, los radares.
No se respetaron planes como el Plan Argentina Innovadora e intentaron dejarlo de lado activando la formulación del Plan 20/30, pero todavía el 20/20 estaba vigente ya que estamos en 2019.
Otra forma de debilitamiento institucional responde a que la Ciencia está compuesta por muchas instituciones que son dirigidas por órganos colegiados, los que no funcionaron bien ni reunieron a las voces críticas.
Por ejemplo, muchos de esos órganos colegiados se conforman por votación.
En el CONICET Roberto Salvarezza ganó la elección para representar a su disciplina y nunca pudo ejercer el cargo debido a artilugios interpuestos por el gobierno.
La Agencia de Promoción Científica y Tecnológica fue prácticamente desmantelada en sus presupuestos e instrumentos.
Su directorio nunca avaló ese camino, pero sin embargo se hizo.
A las dimensiones presupuestaria e institucional se suma un problema de sentido: el macrismo también significó un retroceso en el apoyo simbólico a la CyT, expresado en el ataque de los trolls que mencioné, haber bajado la jerarquía de Ministerio a Secretaría.
Esto último es una cuestión administrativa, pero también un mensaje.
El panorama fue acompañado por definiciones como descreer que la universidad pública es un vehículo de ascenso social y señalar al pensamiento crítico como el obstáculo para el desarrollo argentino.
Nosotros creemos que la capacidad reflexiva es una de las llaves para el desarrollo.
En conjunto, la crisis presupuestaria, institucional y de sentido han configurado un escenario propicio para la fuga de cerebros.
En una encuesta de reciente realización a investigadores y tecnólogos de Argentina el 80% reconocía que en algún momento de la gestión de Macri pensó en irse del país.
El motivo principal fue la adversa situación en la que el macrismo hundió a la CyT.
No se fueron todos, no es un hecho generalizado, pero marcó un horizonte negro que puso en jaque la idea de hacer CyT, desalentando a los jóvenes.
ME: ¿Desde dónde se construye a partir de las elecciones?
FP: En 4 años borraron los avances que se habían logrado con la conformación del Ministerio de Ciencia y Tecnología, lo que es un punto muy problemático por los pendientes que dejan.
Hay que reconstruir en el camino inverso al señalado.
Comenzar por lo simbólico: un Alberto Fernández comprometido con esta agenda, que estableció un vínculo positivo con la comunidad de CyT, los reconoció como actores fundamentales del cambio y la resolución de problemas productivos y sociales.
Empezó a construir otro horizonte.
Luego hay que trabajar en lo institucional y presupuestario para volver a poner de pie al sistema.
ME: La mayoría de las universidades nacionales no tienen vínculo con el CONICET.
¿Es algo asociado a la gestión de Macri?, ¿Cómo se puede fortalecer ese vínculo?
FP: Esto tiene que ver con desafíos pendientes que obstaculizaban, sobre todo, tener un mayor impacto de la CyT sobre el desarrollo.
La gestión de Macri, al igual que en otras agendas, en vez de plantear alternativas, avances o propuestas lo único que hizo fue desmembrar y retroceder.
Partimos de un piso mucho más bajo en todo esto.
Sin dudas hay un desafío en Argentina y es que el conocimiento que se genera en un laboratorio o en la universidad sea una herramienta efectiva de resolución de problemas sociales y productivos.
Hoy hay prácticamente un desierto entre el espacio donde se genera el conocimiento y dónde se lo puede aplicar.
El motivo es que faltan actores para el desarrollo argentino.
Esos actores son los centros tecnológicos, las empresas públicas, las empresas mixtas, las Pymes y cooperativas, además de las grandes empresas nacionales e internacionales.
Estos actores terminan conformando un gradiente, pequeños escalones que permiten un ida y vuelta al conocimiento, dónde se genera y dónde se lo aplica.
Esta es la pata que falta desarrollar en Argentina y explica por qué, además de un sistema de Ciencia, debemos conformar un sistema de Tecnología.
Ese es uno de los pendientes para lograr el involucramiento de la CyT con la resolución de los desafíos del desarrollo.
ME: Pensando en términos de desarrollo: ¿Está contemplado, dentro del proyecto
del Frente de Todos, alcanzar la soberanía energética?
FP: Sí, nosotros hemos planteado que hay oportunidades.
Por eso la reconstrucción no es sólo de fondo, sino también de modos de trabajo.
Esa reconstrucción institucional tiene que venir acompañada de novedades conceptuales y de instrumentos.
A modo de ejemplo, una novedad que podría venir de la mano de un nuevo Ministerio es trabajar en torno a misiones, desafíos que el Estado y la política fijen y que sea una carta de invitación a los actores públicos y privados a vincularse y trabajar en eso.
Esto se implementó en Estados Unidos y en China, es el 40% de los presupuestos de promoción de la innovación, en Europa también se trabaja de este modo.
Las misiones complementan el enfoque de la oferta mediante apoyos, ya sea en créditos o subsidios.
Uno llega con una idea, sea investigador o empresario, el Estado lo evalúa y está la posibilidad de llevarse un apoyo económico.
Estas misiones suponen una estructuración de lo público con lo privado.
Hay tres agendas claves para tener oportunidades en esto: la Salud, el Ambiente y la Energía.
En estas agendas se pueden involucrar a más actores que pueden ser programas de Investigación y Desarrollo(I+D) de otros ministerios.
Lo que puede constituirse en una forma complementaria de subir el presupuesto de inversión pública en I+D.
La contribución del conocimiento, de la CyT como herramienta de transformación y aprovechamiento de oportunidades está a la vista y latente.
Podría generar transformaciones inmediatas.
ME: José Rigane, titular del sindicato Luz y Fuerza Mar del Plata, sostiene que los grandes ganadores bajo las políticas de Cambiemos han sido las petroleras, a través
de Vaca Muerta, y las empresas energéticas con los tarifazos.
¿Qué política energética piensa el Frente de Todos?
FP: Es muy amplio lo que se puede hacer en Energía, ya que es una agenda transversal que eleva la competitividad y abre oportunidades de trabajo para todos.
La pobreza energética es un gran limitante en todo el mundo y un factor que explica la exclusión en muchos países.
Argentina tiene que tener una política energética que combata estas limitaciones.
Debemos pensar Vaca Muerta como una palanca del desarrollo, no sólo como una fuente para extraer gas o petróleo.
Sino como una buena plataforma para alcanzar mayor valor agregado, nuevas capacidades, dominio tecnológico que permita el día de mañana, más allá de la vida útil de Vaca Muerta, contar con una industria petrolera soberana.
ME: Argentina es el tercer productor mundial de litio. ¿Cuáles son los desafíos
en el manejo de este recurso?
FP: Hay que pensar el litio como algo más que la exportación de carbonato de litio, sino como el primer eslabón para construir una industria donde se tenga dominio sobre las baterías de litio y una carta importante para rediscutir la conformación del sector automotriz.
Si hay dominio tecnológico se puede construir y crear actores, los que darán mayor margen de acción para discutir el futuro y las posibilidades de capturar valor en esas industrias.
En el uso hogareño hoy se habla de redes eléctricas inteligentes, Smart grid, que integran de manera dinámica los desarrollos en ingeniería eléctrica y almacenamiento energético, con los avances de la tecnología de la información y la comunicación dentro de lo que es energía eléctrica.
Con esto quiero decir que hay áreas en las que tenemos que tener dominio, no podemos comprar más soluciones que difícilmente se adapten a las lógicas y necesidades de Argentina.
Hay que entender esto como oportunidades de aplicación de conocimiento y de emergencia de nuevas pymes, profesionales, etc.
ME: Dentro del dominio energético que propone. ¿Cómo se trabaja en métodos
de extracción que sean compatibles con la preservación del Ambiente?
FP: Si uno no tiene dominio tecnológico compra paquetes cerrados y no va poder incluir ninguna de estas demandas y necesidades sociales que tiene Argentina.
Para poder hacer esa trayectoria de compatibilizar la necesidad de tener exportaciones basadas en recursos naturales, tener mayor valor agregado y empleo y, además, hacerlo de un modo compatible-amigable con el Ambiente no hay otra posibilidad que inventar y desarrollar tu propia tecnología.
Desarrollar e inventar tu propia tecnología empieza con la voluntad política de hacerlo y desde las capacidades que la Ciencia y la formación de recursos humanos puede darte.
ME: ¿Considera que están dadas las condiciones en Argentina para lograrlo?
FP: Vamos a encontrar un país muy condicionado para esto.
Macri nos deja con demasiadas urgencias y con poco margen de acción.
Aún así hay que potenciar YPF Tecnología (YTEC), esa empresa que surgió de un acuerdo entre YPF y el CONICET, un actor importante no sólo para el petróleo sino para otras energías como la eólica, la solar, donde las oportunidades son, incluso, más abiertas y con mayor potencial que en una industria como el petróleo.
ME: ¿La crisis condiciona el poder diversificar la matriz energética?
FP: Sí, te diría que condiciona todas las agendas porque impone obligaciones, jugar con actores extranjeros que puedan traer capital, impone urgencia en tener más dólares.
Obviamente el macrismo deja su huella y lo deja en el modo de condicionamiento.
Cuando hay voluntad y capacidad técnica podemos reconstruir los espacios para transitar estas urgencias, pero sin cerrarnos las posibilidades al desarrollo.
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